viernes, 16 de marzo de 2012

NINJA GAIDEN: Shadow Warriors (Nes)

El heredero de la Espada del Dragón

Noche nubosa, dos ninjas que se baten en duelo con la luz de la luna como único testigo. Uno de ellos cae totalmente abatido… Más tarde, Ryu Hayabusa, el más joven descendiente del “Clan del Dragón”, recibe una carta informando de la muerte de su padre, y dándole instrucciones de reunirse con el Dr.Smith, persona de confianza de su difunto progenitor. Ryu se enfunda el traje de Ninja y se hace con la “Espada del Dragón” para averiguar las extrañas circunstancias de la muerte de su padre, Ken Hayabusa.

Así de épico es el comienzo de Ninja Gaiden: Shadow Warriors, el frénetico juego de Tecmo programado para NES y lanzado en 1989. Este es uno de esos juegos que, junto con el cine, pusieron de moda el género Ninja. Películas como “El Guerrero Americano” y juegos como “Shinobi” (Sega), son claros exponentes del fenómeno Ninja que surgió a finales de los años ochenta y principios de los noventa. En este caso, manejamos a Ryu, portador de la Espada del Dragón, ancestral arma que sólo puede usar el representante actual del Clan del Dragón. Así que tendremos que embarcarnos en una aventura en la que Ryu viajará por gran parte del globo terráqueo buscando venganza por la muerte de su padre. El objetivo será el de encontrar al Dr.Smith, única persona que puede proporcionar algo de la luz sobre la muerte de Ken Hayabusa. En el camino, otros personajes harán acto de presencia y formarán parte de una oscura y bien elaborada trama que llevará a Ryu hasta los confines de un misterioso castillo donde puede estar la clave de todo. Eso sí, debemos recuperar la “Estatua del Demonio”, aparente detonante de este conflicto.

Momento épico de una intro casi perfecta

Tecmo ha cuidado el argumento del juego de manera especial. Suspense, traición, giros inesperados, buenos personajes… Lo tiene todo para atraparnos, incluso a día de hoy. Pero cómo trasladaron este argumento a un cartucho de NES es lo más interesante. El “Tecmo Theatre” tiene la culpa. Este sistema consiste en escenas de vídeo de gran diseño en las que a base de subtítulos se nos explica la historia, en otras palabras, el Tecmo Theatre es un pequeño cine dentro del juego. Las escenas tienen un desarrollo a medio camino entre el cine y el anime japonés, que hacen que completar el juego sea toda una experiencia. Este sistema es único de Tecmo, y fue aplicado a otros títulos de la compañía como la saga Captain Tsubasa (Oliver y Benji) en Nes. Sin duda, este es el aspecto gráfico más llamativo y novedoso del juego, aunque justo es decir que una vez nos ponemos a jugar a Ninja Gaiden, tendremos un apabullante apartado gráfico para su época, en el que los enemigos y, sobre todo, los escenarios, gozan de mucho detalle. Cada nivel tiene un gran diseño, desde selvas, ruinas, montañas o el castillo de Jaquio, el villano de esta historia. Las animaciones de Ryu también están muy cuidadas, ya que este ninja goza de gran cantidad de movimientos. Los enemigos tienen mejores animaciones en función de su peligrosidad, en cambio los jefes finales no tienen tantos frames de animación aunque cuentan con buenos efectos visuales en algunos casos. En pocas palabras, un apartado técnico redondo que se combina con la gran banda sonora del juego.

Ninja Gaiden no se libró de ciertos problemas con respecto a cambios de nombre y derivados. EL nombre original de la saga es "Ninja Ryukenden", pero se cambió a Ninja Gaiden para otros mercados y se le añadió la coletilla Shadow Warriors en algunos países. Las carátulas tampoco se libraron de cambios...


Las músicas de Ninja Gaiden son geniales y siempre casan con el momento y escenario en que nos encontremos. También las cinemáticas cuentan con un excelente apartado sonoro que nos mete de lleno en cada diálogo y situación. En ocasiones más marchosas, en otras tétricas, épicas… Cada melodía está compuesta de manera acertadísima y son de esos temas que se quedan en la memoria y no se pueden dejar de tararear. Los efectos de sonido no se quedan atrás, siendo muy buenos y espectaculares. Desde luego el sonido general del juego se resume en un gran trabajo.

El Tecmo Theater brinda secuencias cinemáticas pocas veces vistas en su época




Todo esto está muy bien, pero si la jugabilidad no acompaña, nada de lo comentado anteriormente sirve. Afortunadamente este no es el caso. Ninja Gaiden- Shadow Warriors es un título muy divertido, con un gran control, pero también difícil y frustrante al mismo tiempo, sentimientos y sensaciones que Tecmo plasma de manera intencionada como señas clave de esta saga. Nos movemos en scroll lateral eliminando enemigos casi sin descanso y haciendo frente a situaciones de salto realmente complicadas y que merecen parar el ritmo y estudiar la situación, ya que en cualquier plataforma u obstáculo pueden aparecer enemigos por sorpresa y hacernos caer al vacío. Ryu también puede pegarse a las paredes para llegar a ciertas zonas que de otro modo son inaccesibles. Para avanzar con éxito tendremos que memorizar la ubicación de los enemigos y calcular perfectamente cada movimiento que hagamos, sobre todo en los niveles finales, llegando a situaciones realmente desesperantes… Como muchos títulos de su tiempo.



Para abrirnos paso entre las legiones de criminales, luchadores, demonios y otras bestias que pueblan el juego, Hayabusa cuenta con su espada, elemento curioso y que no debería serlo tanto, pero es realmente extraño ver que en la mayoría de títulos con ninjas como protagonistas, no se usan espadas de ningún tipo, centrando el arma principal en objetos arrojadizos de pequeño tamaño como Shurikens o, simplemente, usando los puños. De hecho en la versión arcade de Ninja Gaiden, Ryu utiliza básicamente las artes marciales, con lo que se deja un poco la figura de la espada como objeto sagrado y que se suele mostrar solamente a la hora de realizar una magia poderosa, como en el caso de la saga Shinobi.
Al margen de este detalle, Ryu podrá obtener otras armas y magias por el camino abriendo “Ninpos”, que no son otra cosa que las típicas cajas que nos reportan ítems y que son un clásico de la época en títulos como Castlevania (velas) o Super Mario Bros (cajas con “?”), y que pueden tener formas dispares, desde animales, farolas…
U otros elementos que casen con el escenario. Dichos ítems pueden ser magias espectaculares como ondas de fuego, detención del tiempo, armas como los Shurikens o las estrellas gigantes y también elementos de curación y aumento de poder para usar dichas armas y magias. Deberemos ser cautos al utilizar estos elementos, ya que nos pueden venir bien para ciertos jefes finales. Jefes que no serán tarea fácil y que habrá que descubrir sus puntos débiles en su manera de proceder, ya que no vale de nada lanzarse como un loco a por ellos. Hay que estudiar sus patrones de movimiento y atacar en el momento justo, siendo realmente duro acabar con los últimos jefes del juego. Hay un buen número de estos enemigos, apareciendo más de los que nombra el manual del juego… Algunos como Malth tendrán cierta incidencia en la historia y no sólo le veremos luchando.


Entornos industriales, junglas, castillos y otras muchas localizaciones tienen cabida en Ninja Gaiden

Lo cierto es que la creciente dificultad del juego puede cansar y hacer arrojar la toalla a más de uno, pero esta es la seña de identidad de este título, se trata de lanzar un reto al jugador más allá de los gráficos, historia y demás elementos que acompañan en un video-juego. Hay que divertirse, pero también esforzarse y que, una vez se hayan completado los seis actos del juego, el usuario se sienta satisfecho de haber terminado algo realmente laborioso. Esta filosofía es clara y se ha mantenido en las entregas modernas de esta saga en PS3 y XBOX360. Sin duda, este es su punto negativo y, a la vez, su gran valor como producto.

Ninja Gaiden: Shadow Warriors, no es una obra maestra, pero casi, y fue el título que popularizó la saga, pese a existir una entrega previa en formato arcade y de distinto planteamiento. Este juego es una joya del catálogo de NES, que ha tenido otras conversiones y que a día de hoy sigue planteando todo un reto a quién quiera descubrirlo o rejugarlo. A ellos, como poseedor de este título, les deseo suerte…

*Nota final: Para poder visualizar la gran intro que narra los hechos comentados en el párrafo inicial, debemos recurrir a una antigua manera de poder ver estas introducciones en muchos juegos de la época. En este caso, debemos esperar a que desaparezca el mensaje inicial de “Tecmo 1989” y dejar la pantalla de presentación quieta, sin tocar ningún botón, tras unos segundos de espera nos deleitaremos con el genial vídeo introductorio.


NINJA GAIDEN: SHADOW WARRIORS (NES)
GRÁFICOS:91- muy buenos, el Tecmo Teather lo más llamativo.
SONIDO:96 - trabajo grandioso, una banda sonora para recordar .
JUGABILIDAD:91- seguir a Ryu es un reto jugable a varios niveles.
DIVERSIÓN:90- muy difícil, pero ese es su gran atractivo .
VALORACIÓN GLOBAL: 92/100
RESUMEN: Ninja Gaiden: Shadow Warriors es uno de los mejores títulos que ha pasado por los ocho bits de Nintendo y, prácticamente, el mejor de la trilogía original. Ritmo vertiginoso, dificultad extrema en algunos casos, banda sonora genial y un Tecmo Theatre que nos narra la historia de una forma inusual en su tiempo. Puede frustrar en algunos momentos, pero esa sensación cambia al "picarnos" y nos reta a superar la maravillosa aventura de Ryu Hayabusa.

2 comentarios:

  1. Yo al único que jugué, fue al de GB, y me he quedado con ganas de probar el resto.

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    1. Pruébalos, no te arrepentirás... O sí, porque son muy chungos XD

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