Afortunadamente, esta vez el “maquillaje”
que sufrió el título no fue tan escandaloso como su predecesor. El nombre del
juego pasó a ser “Last Battle”, título envuelto en una tipografía y unos
colores calcados al logo de la saga cinematográfica “Mad Max”, Sega sabía que
Hokuto No Ken tenía estas películas como inspiración original, así que
aprovecharon y metieron este guiño. Pero, como decía, esta vez el cambio que sufrió
el juego no fue tan descarado como su entrega anterior y esta vez se limitaron
a cambiar pequeños detalles que, sobre todo para los fans de esta obra, se
pueden llegar a aguantar dentro de lo que cabe. Dichas diferencias las veremos
en los nombres de los personajes (Kenshiro esta vez se llama Aarzak), algún que
otro retoque en los retratos de los mismos cuando dialogan y cambio de colores
en el vestuario de muchos personajes.
Esta es la esencia pura de Hokuto No Ken |
Hasta hacerse chef, Aarzak fue salvador postapocalíptico... |
Pero no todo lo malo termina aquí… Queda el tema de las
portadas. Lamentable. Mientras que en Japón disfrutaron de unos diseños e
ilustraciones especiales para las carátulas, en las versiones retocadas nos
presentaron unos diseños que… ¿Cómo calificarlos? ¿Ridículos? ¿Bizarros? ¿Infantiles?...
Si hubiera una palabra que aunara todos estos calificativos definiría
claramente el aspecto de las imágenes que a continuación podéis contemplar…
No se entiende que nos traigan portadas sobre todo como
la de Black Belt, que parece dibujada por un niño de cinco años, y digo más, da
la sensación de una desgana tremenda a la hora de realizar carátulas para Master System
ya que no es la única obra de este estilo en la mencionada consola, al menos en
los juegos occidentales. La carátula de
Last Battle, sin ser una obra maestra, al menos tuvo a un dibujante que se
preocupara en hacer una ilustración que mostrara, más o menos, de qué va el
juego. Esta portada está muy en la línea de las obras que se hacían en los años
noventa, es decir, dibujos muy humanizados y coloreados, presumiblemente, con
aerografía. Cumple sin más, pero hubiera sido genial un diseño que sugiriera
sutilmente la obra en la que se basa. Como dije antes, asuntos de licencias…
La buena noticia es que con el tiempo, Sega aprendió la
lección, y con la llegada de consolas como Playstation 2 o Dreamcast decidió
lanzar algún que otro título basado en Hokuto No Ken, esta vez sin trucos ni
retoques, eso sí… Sin distribución Europea. No todo podía ser perfecto.
Sega Ages: Hokuto No Ken pretende ser una especie de
tributo a los dos juegos que han sido comentados, adaptándolos gráficamente a
la tecnología de Ps2 pero manteniendo el estilo de juego intacto y añadiéndole
pequeñas novedades jugables y con todas las licencias posibles. La gran
sorpresa de este título es, sin duda, la inclusión del Hokuto No Ken de Master
System II y Mark III sin tocar, el original. Todo un puntazo.
Por otro lado tendríamos el genial Hokuto No Ken programado por Arc System Works (Guilty Gear) y que Sega se encargó de distribuir tanto en Dreamcast como en Playstation 2 y que, de nuevo, no llegó a tierras europeas, dejándonos sin uno de los MEJORES juegos jamás realizados sobre la obra de Buronson y Tetsuo Hara, y un gran exponente del género de la lucha 2D. Sega también lanzó títulos sobre esta franquicia pensados para los salones recreativos nipones, títulos que no viene a cuento analizar puestos que en su mayoría son juegos para máquinas traga-perras (Pachislot) y que no tendrían éxito fuera de Japón.
Por otro lado tendríamos el genial Hokuto No Ken programado por Arc System Works (Guilty Gear) y que Sega se encargó de distribuir tanto en Dreamcast como en Playstation 2 y que, de nuevo, no llegó a tierras europeas, dejándonos sin uno de los MEJORES juegos jamás realizados sobre la obra de Buronson y Tetsuo Hara, y un gran exponente del género de la lucha 2D. Sega también lanzó títulos sobre esta franquicia pensados para los salones recreativos nipones, títulos que no viene a cuento analizar puestos que en su mayoría son juegos para máquinas traga-perras (Pachislot) y que no tendrían éxito fuera de Japón.
En definitiva, Sega nos trajo dos títulos que podrían
haber sido geniales, especialmente para los fans de El Puño de La Estrella del
Norte, pero que por problemas de licencia con la Toei y otros aspectos como la
violencia o la censura, se optó por lanzar unos juegos que en su concepto no eran
malos, para su época, pero que perdieron su esencia al eliminar cualquier rastro
de la serie en la que se basaban.
FIN DE LA SEGUNDA PARTE Y FINAL DE SEGA Y HOKUTO NO KEN (GRANDES FARSAS)