viernes, 30 de noviembre de 2012

GRANDES FARSAS: SEGA Y HOKUTO NO KEN (vol.2)

Con la licencia del manga perdida para su distribución internacional, Sega se ve obligada a meter mano de nuevo a su juego para poder llevarlo fuera de tierras japonesas.

 Afortunadamente, esta vez el “maquillaje” que sufrió el título no fue tan escandaloso como su predecesor. El nombre del juego pasó a ser “Last Battle”, título envuelto en una tipografía y unos colores calcados al logo de la saga cinematográfica “Mad Max”, Sega sabía que Hokuto No Ken tenía estas películas como inspiración original, así que aprovecharon y metieron este guiño. Pero, como decía, esta vez el cambio que sufrió el juego no fue tan descarado como su entrega anterior y esta vez se limitaron a cambiar pequeños detalles que, sobre todo para los fans de esta obra, se pueden llegar a aguantar dentro de lo que cabe. Dichas diferencias las veremos en los nombres de los personajes (Kenshiro esta vez se llama Aarzak), algún que otro retoque en los retratos de los mismos cuando dialogan y cambio de colores en el vestuario de muchos personajes.

Esta es la esencia pura de Hokuto No Ken
El caso más sangrante de este juego reside de forma clara en la sangre. Como el juego original tiene un contenido de violencia alto para ser fiel al manga en el que se basa, se decidió reducir drásticamente en su distribución en tierras donde podría estar mal visto este torrente de fluido vital. En la versión japonesa cada enemigo al que derrotamos acaba explotándole la cabeza con un charco de sangre relevante, así que en la versión retocada veremos como los enemigos salen despedidos fuera de la pantalla a gran velocidad. No está mal… Pero no es lo mismo.  Este hecho tuvo mayor relevancia en el caso de los jefes finales, a los que se les cambió el color de la piel por tonos más irreales para hacerlos parecer monstruos o mutantes y así, al morir, no aparentar un final tan brutal ya que estos personajes tenían unas secuencias de muerte especiales debido a que eran personajes importantes en la trama y Kenshiro los vence con golpes mucho más fuertes. Para reducir todavía más la violencia de estas secuencias, se optó por cambiar el fallecimiento del jefe en cuestión, es decir, si el personaje muere desangrado o explotando en la versión original, en Last Battle morirá de forma parecida pero sin excederse y sin que se vea sufrir demasiado al personaje de turno. Ya para terminar con los detalles negativos de esta versión, decir que nada más conectar el juego aparecerá un largo texto en el que se nos narra TODA la historia del juego, y cuando digo toda, me refiero a que nos llegan a relatar el desenlace del mismo, así si no conseguimos completarlo siempre sabremos qué ocurre al final… Sin sentido.

Hasta hacerse chef, Aarzak fue salvador postapocalíptico...
Dentro de todo lo malo en los cambios sufridos, podemos decir alegremente que los escenarios están intactos, si acaso algún ligerísimo cambio en la paleta de colores de algún decorado. Una minucia sin importancia. Es una suerte que esto sea así ya que los escenarios son los que le dan ambientación al argumento postapocalíptico del juego. Al margen de esto, el juego también se salva debido a que tiene un sistema de evolución del personaje bastante curioso para su época y además tiene toques “roleros” ya que deberemos tomar decisiones a la hora de desplazarnos por un mapa en el que tendremos que pasar más de una vez por alguno de sus niveles para encontrar el camino correcto hacia nuestro próximo rival, emulando así las grandes “pateadas” que se pega el amigo Kenshiro en su historia original. En líneas generales, esta entrega de Mega Drive es mucho más potable si se juega en su versión occidental que el mencionado Black Belt, ya que pese a que ambos están “tocados”, Last Battle se ha respetado más de cara a los fans, que sabrán valorar el poder jugar a un producto basado en este gran manga más allá del cambio de nombres y colores… Después de todo, muchos hemos jugado a los ISS con los nombres de los jugadores cambiados y sin las equipaciones oficiales, ¿verdad?

Pero no todo lo malo termina aquí… Queda el tema de las portadas. Lamentable. Mientras que en Japón disfrutaron de unos diseños e ilustraciones especiales para las carátulas, en las versiones retocadas nos presentaron unos diseños que… ¿Cómo calificarlos? ¿Ridículos? ¿Bizarros? ¿Infantiles?... Si hubiera una palabra que aunara todos estos calificativos definiría claramente el aspecto de las imágenes que a continuación podéis contemplar…

No se entiende que nos traigan portadas sobre todo como la de Black Belt, que parece dibujada por un niño de cinco años, y digo más, da la sensación de una desgana tremenda a la hora de realizar carátulas para Master System ya que no es la única obra de este estilo en la mencionada consola, al menos en los juegos occidentales.  La carátula de Last Battle, sin ser una obra maestra, al menos tuvo a un dibujante que se preocupara en hacer una ilustración que mostrara, más o menos, de qué va el juego. Esta portada está muy en la línea de las obras que se hacían en los años noventa, es decir, dibujos muy humanizados y coloreados, presumiblemente, con aerografía. Cumple sin más, pero hubiera sido genial un diseño que sugiriera sutilmente la obra en la que se basa. Como dije antes, asuntos de licencias…




- El siguiente vídeo completa muy bien la información de este post, con un análisis más detallado -



La buena noticia es que con el tiempo, Sega aprendió la lección, y con la llegada de consolas como Playstation 2 o Dreamcast decidió lanzar algún que otro título basado en Hokuto No Ken, esta vez sin trucos ni retoques, eso sí… Sin distribución Europea. No todo podía ser perfecto.
Sega Ages: Hokuto No Ken pretende ser una especie de tributo a los dos juegos que han sido comentados, adaptándolos gráficamente a la tecnología de Ps2 pero manteniendo el estilo de juego intacto y añadiéndole pequeñas novedades jugables y con todas las licencias posibles. La gran sorpresa de este título es, sin duda, la inclusión del Hokuto No Ken de Master System II y Mark III sin tocar, el original. Todo un puntazo.
Por otro lado tendríamos el genial Hokuto No Ken programado por Arc System Works (Guilty Gear) y que Sega se encargó de distribuir tanto en Dreamcast como en Playstation 2 y que, de nuevo, no llegó a tierras europeas, dejándonos sin uno de los MEJORES juegos jamás realizados sobre la obra de Buronson y Tetsuo Hara, y un gran exponente del género de la lucha 2D. Sega también lanzó títulos sobre esta franquicia pensados para los salones recreativos nipones, títulos que no viene a cuento analizar puestos que en su mayoría son juegos para máquinas traga-perras (Pachislot) y que no tendrían éxito fuera de Japón.

En definitiva, Sega nos trajo dos títulos que podrían haber sido geniales, especialmente para los fans de El Puño de La Estrella del Norte, pero que por problemas de licencia con la Toei y otros aspectos como la violencia o la censura, se optó por lanzar unos juegos que en su concepto no eran malos, para su época,  pero que perdieron su esencia al eliminar cualquier rastro de la serie en la que se basaban.


FIN DE LA SEGUNDA PARTE Y FINAL DE SEGA Y HOKUTO NO KEN (GRANDES FARSAS)

2 comentarios:

  1. AARZAK???? jajajja, dios mío. No sabía que estos títulos partían de Hokuto, macho, menudo descubrimiento

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    1. ¿No lo sabías? Entonces me alegro de que este post te abra los ojos ante este tema tan bizarro, curioso y tan, tan retro jajajajaa

      Un saludo y gracias por tu comentario!

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